Es frecuente ver en la consulta a pacientes con varios síntomas que, por desgracia, lo achacan a escoliosis o piernas cortas o vértebras rotadas… en definitiva resultado de un mal diagnóstico. Pero investigando un poco más vemos una serie de factores de fondo que están más relacionados con la salud: mal/deficiente sueño, actividad física escasa/nula, estado sedentario en el trabajo y la vida diaria, ansiedad, miedo al ejercicio, estrés psicosocial, etc. De este modo podemos decir que la patología o la “enfermedad” es el resultado de un contexto bio-psico-social.
Tal vez, solo tal vez… deberíamos abordar estos problemas más importantes y no culpar a la “este” o “aquel” factor como responsable de la situación que atravesamos como paciente, puesto que después queremos soluciones rápidas para lo que nos pasa, pero sin cambiar nada de lo que hacemos diariamente.
Debemos centrarnos en analizar la situación en la que nos encontramos y así encontrar la solución más adecuada para cada uno de nosotros, dejando las “respuestas” de internet y del enterado de turno a un lado. Lo que le pasó a él/ella no tiene por qué pasarnos a nosotros y, por tanto, la actuación será distinta, adecuada a nosotros.
Voy a poner el ejemplo de la famosa “pierna corta”.
“Maldita pierna corta! ¿Será posible? me está destrozando la vida! me ha dado escoliosis, dolor lumbar… y no hay manera de que me cure”. Cuántas veces he escuchado esto en la consulta, seguido de una búsqueda de podólogo para poner unas plantillas milagrosas, porque corregir piernas cortas puede ser la respuesta al dolor de espalda crónico. ¿Seguro? El dolor lumbar afecta al 80 % de los adultos en algún momento de su vida y es una de las principales causas de discapacidad y gastos médicos. Hay muchas causas posibles de dolor de espalda pero de todas se sale (de casi todas de manera honrosa) sin tener que echarle las culpas a un pequeño detalle.
El cuerpo no es simétrico. Existen diferencias entre las extremidades, en longitud, grosor, fuerza, tamaño… y no pasa nada. Estas diferencias son biomecánicamente funcionales, porque llevan con nosotros desde que nacimos y nos hemos adaptado a ellas en el día a día. Así que 2 mm de diferencia en una cadera no nos va a generar una escoliosis, ni una lumbalgia terrible que nos visita mensualmente. No.
Posiblemente el dolor, la escoliosis y demás factores dependan de cómo nos movemos a lo largo del día. O mejor dicho, de cómo NO nos movemos durante el día. Horas sentado delante de una pantalla, trabajos estáticos, deficiente o nula actividad física, dietas desestructuradas, situaciones que no llegamos a controlar, mala calidad del sueño, etc son realmente los causantes de estas patologías con las que vamos a la consulta del fisioterapeuta. Entonces, tomamos conciencia de qué es lo que hay que modificar y nos ponemos a ello?
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