La cadera marca el extremo proximal de la extremidad inferior, cuyas funciones principales son la carga de peso y la locomoción. En consecuencia, todas las articulaciones de las extremidades inferiores, incluyendo la articulación de la cadera, generalmente funcionan con el pie en contacto con el suelo, participando en una cadena cerrada.
En una cadena cerrada, el movimiento de cualquier segmento de la misma produce el movimiento en otros eslabones de la cadena. La posición de la cadera y control muscular de la misma a menudo dependen de la ubicación y el movimiento del tronco en la extremidad inferior en lugar de en el movimiento del fémur en la pelvis.
Los requisitos funcionales de la propia cadera son muy variados. Al ser la articulación con mayor movilidad de la extremidad inferior, permitiendo posiciones tan extremas como de pie y en cuclillas, debe también poseer estabilidad suficiente para soportar el peso del tronco y las extremidades inferiores tanto en la estática como en actividades dinámicas como caminar y saltar.
La articulación de la cadera combina con éxito estas funciones aparentemente contradictorias de movilidad y estabilidad por su estructura ósea única y tejido blando circundante.
Fuente: Kinesiology. The Mechanical & Pathomechanics of Human Movement. – Carol. A. Oatis. ISBN-13: 978-0-7817-7422-2